Ella suele correr por las mañanas ensombrecidas por la neblina del invierno, corre de blanco para pasar desapercibida, corre sin fijarse del final de esa larga pista que eligió, corre sola porque su perra –su fiel acompañante- no se le antojo dejar su cuna para acompañarla, pero lo que sí lleva es su ipod lleno de canciones de morrisey, las cuales sólo tararea porque no sabe las letras.
De inmediato se le antoja saltar la soga justo en medio del puente que no tiene de donde sostenerse y lo hace no por desafiar el abismo de las colinas, sino solamente por demostrar ser una superhéroe sabiendo que no lo es.
De pronto un pájaro cruza por su brazo derecho sin causarle daño alguno porque la sudadera que lleva es de acero inoxidable, además si cae suele colgarse de los sueños del águila que oportunamente asciende al verla caer.
Su madre suele verla correr detrás de su sombra en los atardeceres con lluvia, sin explicarse el porqué; solo se imagina que ha de buscar la carta de “J” debajo de la puerta de la Iglesia, sin nada en las manos sube en bus negro que la llevará al puente, sabiendo que esta vez no saldrá el águila para ayudarla.
De inmediato se le antoja saltar la soga justo en medio del puente que no tiene de donde sostenerse y lo hace no por desafiar el abismo de las colinas, sino solamente por demostrar ser una superhéroe sabiendo que no lo es.
De pronto un pájaro cruza por su brazo derecho sin causarle daño alguno porque la sudadera que lleva es de acero inoxidable, además si cae suele colgarse de los sueños del águila que oportunamente asciende al verla caer.
Su madre suele verla correr detrás de su sombra en los atardeceres con lluvia, sin explicarse el porqué; solo se imagina que ha de buscar la carta de “J” debajo de la puerta de la Iglesia, sin nada en las manos sube en bus negro que la llevará al puente, sabiendo que esta vez no saldrá el águila para ayudarla.
