Acabo de terminar una conversación seria, pero, lo mejor es que no me importó buscar el mejor sinónimo o adjetivo cuasi cervantico que retrate lo que realmente quería que cale en su memoria.
Mañana vuelve a partir, el jet lag la tendrá furibunda por unos días. Pues, el contar el ida y vuelta a su cuna por 3 semanas, además, de entristecerla porque sabe que no volverá a ver a sus seres queridos en, fácil, un par de años, la llevará a recordar que tampoco invitó a su otra vecina a la misa de su papá.
El buscar y, mucho más, validar que tu comparación con el pasado te ha cambiado para bien, hace que esa vanidad y orgullo se enterque en demasía. Sí, señor, a mi usted me parece incapaz. Yo lo puedo hacer mejor. No, que mejor. Mucho mejor.
Ahora sí, que mierda, porque yo quiero, yo lo consigo.
viernes, enero 7
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