martes, junio 26

Mensaje desempolvado

Ya estuve a punto de cerrar los ojos, y creer que dormido no pensaría en nada. Todo ha pasado hoy día sin saber el motivo.

Ahora no tengo mensajes como no leídos en mi bandeja, la insistencia de alguien que aprecio muchísimo me animó hacer lo que hace mucho tenía en mente: borrarlos.

Acongojado, triste, con los ojos a punto de llorar iré a dormir, y así pensar en que quizá mañana no te veré tantas veces como hoy (no es la misma persona de líneas arriba).

Bueno, el último mensaje no leído que encontré en mi bandeja, justo era un escrito que me he animado a dejarlo por aquí. Es de Pablo Cerda.


En lo personal creo que eres suave,
flotas grácil sobre mi cabeza
y aunque trato de crearte en formas
no tienes hipotenusa ni diámetro,
pero eres tan elegante y amorosa
que entristezco cuando cierro la ventana.
Llegas como un chiflido agudo
de un ruiseñor cantando en un cedro.
Devuelves el suspiro a los presos
sentenciados a cadena perpetua.
Para mí ya no hay rejas...
alzaré mis alas contigo
y desde arriba reluciré,
brillaré como un diamante
en un anillo de platino.
Qué suave eres cuando estoy contigo
y hacemos el amor de las nueve hasta la cinco,
y me miras con tus dos aceitunas rellenas
de algas marinas que parecen perlas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tanta importancia le da una persona a la que quise muchísimo. Y no te citaré porque no se me antoja a menos que dejes los anónimos de lado.

Enakam dijo...

Gracias por tu visita y comentario en mi blog!

¡Qué buen escrito, con razón no lo eliminaste!

Saludos!